Por qué practicar la danza del vientre?
Independientemente de la vida que llevemos, sedentaria, agitada; hay un denominador común en la vida de gran parte de la población urbana, y está compuesto de varios ingredientes: el exceso de responsabilidades, las presiones constantes, la exigencia de dominar el tiempo; dejándonos vacíos de energía desequilibrio, un instrumento que no está emitiendo la musicalidad que lograría si se encontrara la paz.
Podemos decir que la danza del vientre puede colaborar en la búsqueda del equilibrio perdido, y que contribuye ampliamente a la concienciación de los mecanismos corporales fundamentales, en especial los del centro de gravedad y de fuerza vital del organismo (que es lo que más se trabaja en la danza del vientre tradicional).
El entrenamiento de la danza del vientre repercute en algunas partes del cuerpo, fortaleciendo músculos del abdomen, la parte inferior de la espalda y en particular la pelvis. Por otro lado, la danza coordina los músculos y los nervios con la mente. Cuando el oído capta la música, tranquiliza, el cuerpo se manifiesta y se fusiona con la melodía o el ritmo desencadena en una sensación sumamente placentera que podríamos llamar felicidad. De hecho, la medicina utiliza actualmente la danza y a música como terapia y a pesar de que la danza no es capaz de curar muchas enfermedades psicológicas o psiquiátricas, contribuye a curar la depresión, el nerviosismo y la neurosis, patologías corrientes en nuestros tiempos.
Podemos enumerar algunos de los beneficios emocionales de practicar la danza del vientre:
- Desbloqueos: provoca el desbloqueo físico, psíquico y mental que induce a generar cambios de actitudes, y a sentir más seguridad ante la vida.
- Expresión de emociones: se trabaja con estados anímicos tales como la tristeza, la alegría, la picardía, la dulzura, que se reflejan en el cuerpo. Es una danza que es capaz de traducir lo que sucede en el interior de la bailarina, encontrando en esta forma de manifestación un gran alivio, tranquilidad y armonía.
- Fomenta la creatividad: es una danza que valora la capacidad de improvisación, de creación de la intérprete, de la expresión de sentimientos, es un medio para "contar una historia", valora la espontaneidad, cosa que no sucede en todas las danzas, y mucho menos en la vida social.
- Ayuda a recuperar la confianza en uno y a vencer viejos miedos.
- Realza la feminidad: ayuda a conectarse con la esencia de lo femenino, y pudiendo a la vez explotar ese poder de seducción, venciendo prejuicios impuestos por la sociedad.
- Ayuda a mejorar la comunicación.
Y los beneficios físicos:
- Rigidez: gracias al trabajo por separado de cada parte del cuerpo como cadera, caja torácica, pecho, hombros, cabeza, etc...permite el desbloqueo, la fluidez y la coordinación; y la eliminación de los conocidos nudos de tensión que se forman ya sea por estrés, cansancio físico o la carencia de ejercitación de ciertos músculos.
- Mejor circulación: al ejercitar los músculos, éstos necesitan más oxígeno, y el sistema circulatorio trabaja para dárselo.
- Reducción de la presión sanguínea.
- Dolores menstruales y aparato digestivo: se ha comprobado que los dolores amainan gracias a los movimientos pélvicos que masajean la zona haciendo que trabaje mejor internamente, sin necesidad de recurrir a la química.
- Evita la artrosis: armoniza la función de los músculos con los cartílagos y las articulaciones. El ejercicio estimula a estas "visagras" del cuerpo a hacerlas móviles y las alimenta con las lubricaciones naturales del organismo. El llevar una vida sedentaria provoca la pérdida de este proceso natural y la consecuente pérdida de la elasticidad. La danza del vientre estimula el movimiento fluido por el cuerpo, cosa que otras danzas no logran.
- Quema calorías: de acuerdo con diversos estudios, la danza quema entre 250-300 calorías por hora.
Por último, señalaremos que los antiguos egipcios tomaron al baile como un deporte, volviendo sus cuerpos más resistentes, superando en muchos casos la esperanza de vida a la de los egipcios contemporáneos.
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